La incredulidad puede tomar muchas formas, puede ser tuya o extraña, segrega o descubierta, sospechosa o inesperada, casual o planeada, esconde o descuidada, casual o recurrente, corta o continua en el tiempo… Asimismo hay cosas particulares . situaciones como la infidelidad a la venganza. La traición puede ser éticamente reprobable, pero en el momento en que se ejecuta puede marchar como una explicación. Entonces se disminuye la culpa y diríase que la conducta está justificada: ¿Por qué razón me vas a insultar? ¡Tú lo hiciste primero!
El tema de la desorganización tiene raíces muy viejas. Lo podemos consultar en la mitología, la literatura y la historia del arte. Si bien generalmente se estima que primero fue un pecado y después un delito, la verdad es que el derecho de roma ahora consideraba la infidelidad, singularmente el adulterio, como un delito grave. La regla no resguardaba el deber sino más bien los recursos del marido, puesto que juzgaba de forma exclusiva a las mujeres y vendía a los hombres de exactamente la misma conducta, justificada con absurdas explicaciones biológicas. De esta forma, la infidelidad acompañó a la raza humana aun bastante antes que el matrimonio tuviese valor prescriptivo y se resguardara la institución en el sitio de los encuentros eróticos y los hijos lícitos.
Se puede perdonar, pero es imposible olvidar
Como entendemos, una cosa es perdonar y otra olvidar. Además de esto, acontecimientos tan lacerantes como la infidelidad raras veces se borran de la memoria. Es una de las razones por las cuales es tan bien difícil recobrar la seguridad.
Entonces, tienes que rememorar que finalmente no lograras olvidar que te fueron infieles. Así, siempre y en todo momento puede aparecer el absurdo, tal como la irritación, el mal, el mal y la furia.
2 géneros de infidelidad
Para muchos teóricos hay 2 géneros de infidelidad. Infidelidad sexual, donde las relaciones con terceros se fundamentan únicamente en el deseo y el sexo. Seguidamente, la infidelidad cariñosa, que tiene relación a los vínculos cariñosos de carácter erótico extraños a la pareja sin contacto sexual. Siguiendo esta lógica, se podría charlar de infidelidad mezclada, refiriéndose a las relaciones íntimas y otras cariñosas.
En labras de la claridad, en el momento en que charlamos de infidelidad sensible, hablamos a tener deseo y aprecio por alguien que no sea un familiar, pero no tener contacto sexual con él. Varias personas tienen la posibilidad de no estimar que esto sea un accionar deshonesto. La verdad es que existe peligro de infidelidad sexual en estas ocasiones, en el momento en que el deseo ahora es imposible contener o la gente implicadas están en un estado sensible complejo con sus respectivas parejas.