Debate sobre la gestacion subrogada

Meses atrás conocí en lo personal a una pareja que había decidido, por problemas médicos, recurrir a la gestación subrogada para ser progenitores. En ese instante me percaté que sabía poco o nada sobre este trámite, con lo que mi veta legal me llevó a realizar una búsqueda mucho más intensa en Internet. ​​​​​​Hallé varios productos de opinión sobre la gestación subrogada, tanto convenientes como perjudiciales, y alguna novedad sobre personas que recurrieron a la gestación subrogada. No obstante, pude revisar que prácticamente ninguno examinó la legislación de los países que hoy en día dejan este género de transporte.

Me llamó la atención que la utilización de la palabra no se utilizaba para explicarle a alguien que está entusiasmado exactamente en qué radica esta técnica. Y sí, comprendo que quiero decir que la gestación subrogada como técnica, puesto que ese es el reconocimiento que da la normativa de los países donde existe esta práctica. Lo mismo ocurriría en USA o Canadá, países donde un gerente no solo transporta mucho más de diez años haciendo un trabajo, sino asimismo es de forma positiva respetado por la población. En verdad, es una práctica mucho más popularizada en países de europa como Portugal, Reino Unido, Grecia o en países extracomunitarios como Ucrania. Entonces, con este contexto, ¿por qué razón en España no tenemos la posibilidad de tener un enfrentamiento abierto y también informado sobre este tema? ¿Por qué razón la pelea política ha impedido un análisis estricto de las sugerencias y reglas proposiciones? Y sucede que, desgraciadamente, vemos que las aristas políticas están limitando el enfrentamiento, llegando al punto de excluir los múltiples intentos de investigar probables regulaciones o, aun, de ingresar cambios en nuestro ordenamiento jurídico.

Intentaremos aclarar en el presente artículo quienes son esos países y sus peculiaridades. Asimismo intentaremos dibujar la situacion en España.

Los países extranjeros en los USA solo son alcanzables para extranjeros en determinados estados, como Utah, Illinois o California. Estos últimos estados son los mucho más representativos. Observemos ciertas peculiaridades.

  • Las mujeres embarazadas, aparte de tener entre 18 y 40 años (si bien la media está entre 22 y 27 años), tienen que tener un óptimo estado de salud física y mental y un nivel popular medio o prominente. -nivel cultural. Tienen que haber tenido un hijo antes.
  • El bebé llega a España con partida de nacimiento a nombre de los progenitores, de las mamás, o del padre o madre solteros españoles. La gestante no figura en el certificado, lo que deja la inscripción instantánea en el registro civil español y la obtención de la ciudadanía (si bien tienen la posibilidad de aparecer inconvenientes por carecer de diligencia en la ejecución de la directiva de la Dirección General del Registro y del Notariado dictada bajo i . 2010).
  • El niño va a tener doble nacionalidad: de españa y de america.
  • Con lo que los progenitores no precisan ningún género de desarrollo de adopción.

Nuestro cuerpo no es un elemento, no nos forma parte

Agacinski sabe que hay una fuerte inclinación en otra dirección, la liberación de la carne, la desaparición de la generación sexual. Sabe que de este modo se expresa el día de hoy el deseo de controlar la naturaleza. Pero niega los riesgos, los límites, la prudencia. El tema del “Envejecimiento Gestacional”, la inversión de la iniciativa y situación de la maternidad, no es una cuestión como tantas otras, sino más bien una inclinación de la modernidad donde las tecnologías y las ideas ultraliberales tienen la posibilidad de mudar, deshaciéndose de los cimientos. vida y civilización. Si un individuo puede nacer diferente, la diferencia sexual es sin importancia.

Eso asimismo se puede elegir como se quiera. “Nuestro cuerpo de carne es nuestro, pero no nos forma parte como nada, es un bien inalienable que es imposible ofrecer ni vender, como una bicicleta o una vivienda. La ideología liberal sosten la confusión entre los dos que trata de persuadirnos de que por el hecho de que nuestros cuerpos son nuestros, somos libres de realizar lo que deseamos”, concluye.

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