Hay un enfrentamiento creciente en España sobre el cuidado o la supresión de los centros de educación particular. Esto se origina por que ciertos movimientos apuntan que su cuidado es homónimo de discriminación contra estas personas, al tiempo que otros, por contra, la piensan un aspecto que ayuda a la incorporación de todas y cada una la gente. Pero, objetivamente, ¿sería un aspecto positivo terminar con los centros de educación particular en España? ¿Conseguiría una mayor inclusión o conduciría a una mayor discriminación?
Empezamos a investigar si existe la necesidad de otro género de educación diferente al nivel habitual a nivel intelectual para estas personas: Mientras que están en una escuela o institución habitual, se enfocan en instruir Matemáticas o de Historia, en Centro Educación Específicamente, asimismo se centran en lo que la gente sin discapacidad intelectual desarrollan para educar por su cuenta; por servirnos de un ejemplo, hábitos sociales como la seguridad o la amistad, la adopción de un accionar público o el arreglo personal conveniente. Estas enseñanzas son primordiales para estas personas, en consecuencia, y hay personas que estiman que vulnera sus derechos, en tanto que trata de ignorar algo que lo precisa. Otro razonamiento en pos de la necesidad de que estos centros existan a nivel intelectual es que les sería irrealizable entender las materias en las academias normales, por el hecho de que su nivel intelectual no se lo dejaría; por consiguiente, bajo este razonamiento, la mejor opción alternativa es llevar a cabo la enseñanza por medio de otros métodos amoldados a sus pretensiones. Además de esto, hoy día los enseñantes de secundaria no tienen la aptitud de atender las pretensiones destacables de los alumnos, no hay las condiciones primordiales para una educación completa y adaptativa de estos alumnos, la gente con movilidad achicada no podrían entrar a un área grande. no se amolda el porcentaje de centros según la organización de los espacios y la activa del presente sistema educativo habitual. En consecuencia, a nivel intelectual, existe la necesidad de academias de educación particular. Además de esto, en las academias normales no hay bastante comunicación a nivel familiar adaptativo, lo que es requisito para la gente con discapacidad.
De la educación inclusiva a la educación inclusiva
El avance de la integración sufrió una evolución conceptual y se tiende a dejar el término integración y reemplazarlo por «inclusión». Esto pasa después de estimar que la experiencia de integración escolar en distintas países es deficiente y también intransferible. Admitimos que el cambio terminológico de «integración» a «inclusión» es esencial, no solo como una cuestión semántica, sino más bien como un cambio conceptual que contribuye mayor claridad y, además de esto, cambia el concepto de esta política a práctico. La educación inclusiva es un enfoque educativo apoyado en la opinión de la variedad como elemento enriquecedor del desarrollo de enseñanza y estudio y, consecuentemente, estimula el avance humano. El término de educación inclusiva es mucho más extenso que el término de integración y una parte de un supuesto diferente por el hecho de que se relaciona con la naturaleza de la educación regular y la escuela común. La educación inclusiva quiere decir que todos y cada uno de los pequeños de una cierta red social aprenden juntos, con independencia de sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos esos con discapacidad. Es una escuela que no requiere requisitos de ingreso ni mecanismos de selección o discriminación de ningún género para realizar verdaderamente efectivos los derechos académicos, la igualdad de ocasiones y la participación. En la escuela integral todos y cada uno de los estudiantes se favorecen de una enseñanza amoldada a sus pretensiones y no solo esos con pretensiones educativas particulares.
Como paso antes de la educación inclusiva, cabe nombrar la “Declaración de Salamanca” de 1994, donde se da prioridad a los colectivos de pequeños y pequeñas con Pretensiones Educativas Destacables; poder terminar lo siguiente: