Teóricamente, la pena capital debería usarse como castigo para los delitos mucho más graves, como el homicidio. No obstante, en el mundo entero, los gobiernos usan las ejecuciones por delitos no fatales. Esto incluye delitos relacionados con drogas, hurto, adulterio, blasfemia y delitos políticos. Se sabe que a varios gobiernos no les atrae la justicia, sino más bien la igualdad y el control. Al utilizar la pena capital de forma tan arbitraria, las autoridades establecieron sus definiciones de lo que es «inaceptable» en la sociedad y lo que forma un castigo correspondiente. Asusta a los ciudadanos y viola sus derechos humanos. Al aceptar la pena capital, los gobiernos corruptos tienen la posibilidad de emplear las ejecuciones para sus objetivos.
Lo que diferencia a la pena capital de la cadena perpetua es que el juicio no puede ser anulado. Es un castigo final. No obstante, ¿qué ocurre si están novedosas pruebas y el preso era inocente? En los USA, la tasa de fallo es bastante alta. Desde 1973, 159 personas fueron liberadas del corredor de la desaparición. Las novedosas tecnologías, como las pruebas de ADN, jugaron un papel esencial. Si el tiempo y las situaciones fuesen distintas, los presos habrían fallecido por un delito que no cometieron. ¿Cuántos otros presos condenados a muerte corren el peligro de muerte por desidia? Aun si todos son inocentes, una mayor investigación de sus casos puede descubrir discriminación, representación indebida y otros inconvenientes que prueban que no han recibido un juicio justo. En una sociedad donde es imposible confiar en el sistema legal para la justicia, la pena capital es un castigo bastante severo.
Ineficacia como medida disuasiva
Tomando de nuevo como factor a los USA de América, dada la información estadística fiable proporcionada por el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, observamos que, con los últimos 28 años. , i En los estados que no contemplan la pena capital en su legislación, el número de asesinatos realizados es menor que esos donde está incorporada, con una diferencia de prácticamente 40% en varias entidades de la Unión De america.
Esta cantidad nos llama la atención sobre visto que no hay garantía de que el número de asesinatos va a ser mitigado o achicado por la implementación o cuidado de la pena capital; o sea, no es una sentencia modelo que asista a cometer o impedir delitos.
La función ejemplar de la sentencia en cuestión
La evolución actualizada de la pena capital siguió el sendero kantiano de la correo entre delito y castigo y la supresión de la crueldad. Su app se limitó seriamente a los delitos mucho más aterradores -sin contar la utilización político de la pena capital, que fue peor en los regímenes totalitarios del pasado siglo-, en especial desde la instalación de la prisión actualizada, que logró aún mucho más peligrosos a los criminales socialmente discapacitados. La invención de la prisión de extrema seguridad en los últimos tiempos, con serias medidas de protección y confinamiento a solas, asimismo hizo su parte para substituir a la pena capital, si bien todavía se emplea bastante, más que nada en USA.
La pena capital dejó de ser un espectáculo público y se ha retirado al obscuro interior de la prisión, y en la situacion de Norteamérica, en presencia de los familiares y allegados de la víctima, que preservar el derecho de ayudar a la ejecución. Foucault meditó extensamente sobre la inclinación a la invisibilidad del castigo en sus estudios sobre la naturaleza del castigo en la sociedad actualizada y es uno de los más importantes razonamientos de Camus para desechar la función ejemplar del castigo (diez). ¿Qué ejemplo se podría ofrecer si absolutamente nadie puede ver la desaparición de los condenados? Anteriormente, el duro trabajo del sistema de justicia penal para condenar y realizar de manera rápida (como en el juicio de Jesús de Nazaret) se usó para sostener vivo el resentimiento público contra el criminal y la predominación del verdugo. La pena capital se impone el día de hoy tras un largo y dilatado proceso que olvida aun el delito por el que se impone la pena y suaviza el horror vívido del delito por el que se condena.
Una misión con liderazgo político
Las ocupaciones de la CIMF comprometen un deber fluido con todas y cada una de las partes implicadas en el tema de la pena capital y adoptan un enfoque concreto del país sobre la tierra para alentar a los Estados a distanciarse de muerte. multa. Por ende, la Comisión sugiere el liderazgo político como un medio primordial para alentar a los países que sostienen la pena de muerte a alejarse de ella. Varios de los comisionados del CIPM son un caso de muestra vivo del avance en sus países hacia el objetivo de la pena de muerte. Merece la pena resaltar ciertos de ellos.
Robert Badinter llevó a Francia a abolir la pena capital en 1981, en el momento en que era ministro de Justicia, ahora pesar de la opinión pública. Francia es en este momento una nación líder en el movimiento abolicionista.