Este síndrome se encuentra dentro de las condiciones socias al llamado «fantasma autista». Si bien la gente que lo sufren tienen una sabiduría habitual, tienen una secuencia de adversidades que llevaron a ciertos a estimar el síndrome de Asperger como una «discapacidad cognitiva». No obstante, hay quienes refutan esto, añadiendo atrayentes comentarios. Las expresiones de Asperger prácticamente empiezan a manifestarse en la primera niñez de un individuo. Si bien en general se descubre temprano, es bien difícil conseguir un diagnóstico exacto. La gente con este síndrome por norma general no tienen un retardo en el lenguaje y, por definición, su coeficiente intelectual es habitual. Esto los diferencia de otros trastornos del autismo, que tienen la posibilidad de implicar retrasos en el lenguaje y también sabiduría limitada. Pese a ello, quienes la sufren acostumbran a tener intereses limitados y su pensamiento es preciso y así. El Dr. Germán Schlager, neuropediatra de Clínica Alemana, apunta que “más allá de que la gente con Asperger tienen una sabiduría habitual, las adversidades citadas hacen que se considere que tienen una discapacidad cognitiva parcial”. Además de esto, el especialista afirma que “déficits de atención y concentración, hiperactividad, trastornos concretos del estudio, retardo en la aparición y avance del pensamiento abstracto”. Aclara que esto no es de esta manera en todos y cada uno de los casos. Otras críticas Pese a lo previo, hay personas que no piensan el Asperger como una discapacidad. Por poner un ejemplo, Lorena Díaz, directiva ejecutiva de Fundación Asperger Chile, apuntó que “nos encontramos en oposición a la civilización de la discapacidad. Escogemos el término ‘discapacidad’ por el hecho de que precisamente puede ser una incapacidad para la gente que se los conoce como a sí mismas ‘normales’ para efectuar tareas que serían muy simples de efectuar para la gente en el fantasma del autismo». Asimismo enseña que la multitud tiende a concentrarse en lo que la multitud no puede realizar. No obstante, afirma, hay tareas que desarrollan de buena forma la gente con Asperger. Además de esto, Lorena Díaz arguye que tener un coeficiente intelectual igual, ahora ocasiones aun superior al promedio, es una de las razones por las cuales la gente con Asperger no han de ser consideradas como una discapacidad. Y afirma: “No tenemos la posibilidad de cerrar los ojos a aquellas personas, si bien tengan enormes habilidades, que no las tienen la posibilidad de charlar y que precisan mucho más acompañamiento, al fin y al cabo, mucho más entendimiento. Si no lo procuramos, jamás lo entenderemos y la incapacidad va a ser persistente”. Apuntes sobre el lenguaje Margot Borel, de Asperger Temuco, tiene una visión afín, quien se enfrenta a la lógica de pesar «etiquetas» a quienes se desvían de la llamada «regla neurotípica». Enseña las etiquetas de «discapacitado», que ahondan las distancias y desarrollan inquietudes por la enorme incomprensión, ignorancia y prejuicios que hay sobre el tema. Para ella, mucho más que etiquetas o rótulos -que solo reflejan tendencias sociales que no admiten y respetan la variedad y que acostumbran a usarse para excluir, discriminar o proteger la indiferencia- atrae producir ocasiones de avance para la gente con Asperger que se lo dejen. desarrollar sus elementos y potencial. Por servirnos de un ejemplo, afirma Margot Borel, “se comprende en el momento en que se charla de un niño con una discapacidad cognitiva que las opciones de estudio van a ser limitadas. El niño no es ‘discapacitado’, por el hecho de que puede desarrollar habilidades reducidas, pero puede ser ‘discapacitado’ según las condiciones de su ambiente. Y añade: “La educación es un desarrollo persistente y, si es de esta forma, es por el hecho de que hay una base biológica que lo deja (…) Todo niño puede estudiar y los tiempos y/o tácticas son con mínimas ediciones. Si el cerebro está en persistente avance, es imposible entablar, a una edad, que la persona no sea con la capacidad de estudiar. El nivel de sabiduría no es inamovible en función de las opciones de estudio, sino se interrelacionan con las opciones que da el ambiente. De ahí que reitera que un lenguaje que resguarde las opciones y una práctica que abra puertas y no imponga etiquetas absolutas y, por consiguiente, límites a la gente con Asperger. Pese a lo previo, ciertos expertos aseguran que ya que el Asperger pertence a los llamados trastornos del “fantasma autista”, es aceptable considerarlo una discapacidad, lo que dejaría, entre otras muchas cosas, incorporarlo de forma temprana y particular. intervención en proyectos académicos, sociales y de salud. Esto no supone etiquetas como «discapacitado» (pronunciado «persona discapacitada») y no atenúa los cambios ambientales en pos de la inclusión. Al fin y al cabo, un enfrentamiento abierto con razonamientos esenciales que tienen la posibilidad de enriquecer a todos, pero con inclusión nórdica.
Doctor en Derecho Fulgencio Conesa La capital española. Presidente de la Federación de la Asociación De españa de Asistencia al Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (FEAADAH): “El TDAH es un trastorno real que crea inconvenientes en el tolerante si no se habla a tiempo desde un criterio multidisciplinar”
) TDAH , el trastorno neurológico que?
Según la Guía de Práctica Clínica sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en pequeños y jovenes, del Sistema Nacional de Salud, existe evidencia a nivel científico de que el comienzo del TDAH es una perturbación de la función cerebral, localizada en el áreas de la corteza prefrontal y sus conexiones con los ganglios basales. Distintos estudios han encontrado un menor tamaño de ciertas de estas áreas cerebrales en la población pediátrica con TDAH. Por consiguiente, se puede decir que el TDAH es un trastorno neurobiológico.
El experto asimismo mencionó que «la intervención temprana resulta en un mejor pronóstico para el niño por el hecho de que explota el potencial neuroplástico del cerebro para reducir el encontronazo de las lesiones». Entre los retos de la práctica de la atención principal es identificarla de forma oportuna. Es esencial comprender que estos «trastornos» no son «reputados», pues no hablamos de una patología sino más bien de una manera diferente de avance, que aparece en una manera diferente de marchar»
Los kinesiólogos destacan .que se aconsejan abordajes terapéuticos y no farmacológicos para el niño primeramente.
Según la experto, los expertos encargados de advertir los trastornos del neurodesarrollo tienen que entender el avance propio de los sentidos -para comprender motores, sus secuencias, su organización, su tiempo cronológico y los elementos externos y también internos que forman parte en este desarrollo. avance.