Debate sobre el duelo

de Fernando Pérez Borbujo y Ramón Bayés (UPF- Diálogos Humanísticos, 6 de marzo)

Asistimos al enfrentamiento sobre la desaparición, el desafío y la alegría, con Fernando Pérez Borbujo, catedrático de Filosofía de la UPF, y Ramón Bayés , sicólogo y emérito de la Universitat Autònoma de Barcelona A todos nos ha conmocionado la inopinada y triste novedad del fallecimiento de su mujer (Ramón Bayés) tras 60 años juntos. Tras este comienzo turbulento, es realmente difícil mover el enfrentamiento hacia áreas mucho más teóricas o quizás áreas mucho más objetivas de la cuestión planteada. De esta manera nos proseguía comentando Bayés -de una forma muy emotiva- desde su experiencia sobre la experiencia de la desaparición y el desafío de un individuo cercano.La desaparición está que se encuentra en todas y cada una partes, se conoce: todos vamos a fallecer cualquier día. . Lo que no entendemos es de qué forma, dónde y cuándo. Nos mencionó que un cuarto de las muertes (en todo el mundo) suceden por causas impredecibles ahora cualquier edad, y el resto son muertes lentas y prolongadas por patologías degenerantes. Aquí es en el momento en que debemos tomar en consideración que hay la oportunidad de que seamos una parte de este período de tres meses, por el hecho de que NO hay nada que nos dé seguridad de de qué forma vamos a fallecer. O sea algo, según Bayés, de lo que debemos ser totalmente conscientes durante nuestra vida y accionar consecuentemente. Fallecer en paz, eso es lo que desea, afirma, y desea fallecer a sabiendas de que vivió precisamente. Es un hombre que vive realizando lo que mucho más le agrada, viajó por el planeta con su mujer (ella descansa), tuvo hijos y buenísimos amigos, estimados alumnos y fue pleno -feliz; sentirme muy favorecido. Entonces nos comunica que el misterio del estado mental de paz y plenitud (prácticamente 90 años) es realizar tu intención. Sabe que no es tan simple llevar a cabo como decir, con lo que sugiere que procuremos, y que no dejemos de buscar hasta hallarlo; Está seguro de que todo el planeta tiene ese «algo» que puede conducir a la realización personal Pérez Borbujo participa para preguntar por la posguerra, diciendo que la civilización generada desde ese momento se fundamentaba en el silencio. Absolutamente nadie abría la puerta del interior a el resto e inclusive la desaparición se transformó en un enorme tabú. Bayés vivió tanto la guerra como la posguerra. Charla de ellos como lo mucho más horrible que le puede pasar a su país. Los dos están íntimamente relacionados con la literatura: Dostoievski afirma que la desaparición de los pequeños es algo inexplicable, que es imposible comprender, que la razón humana no la puede comprender, que es algo que es imposible comprender. Aún de esta forma, pasa: Bayés cuenta la desaparición de su hijo en un incidente de motocicleta a los 22 años. Antes vio la desaparición de la pareja de su hijo en la motocicleta 5 días antes de fallecer, y vio la reacción del padre, puesto que colapsado No podía comprenderlo en ese instante, no podía comprender con lo que pasaba ese hombre. Se conmueve al rememorar el mal de la desaparición de su hijo y la desaparición de su mujer, y nos comenta que tras años y años de investigación, estudio, publicación y enseñanza de postulados, teorías y enormes análisis de la desaparición y aceptación con él. . , en el momento en que verdaderamente le tocó vivirlo, todo ese conocimiento no le sirvió de nada. Todas y cada una esas expresiones están rotas. Lo que siente en este momento no posee forma de expresarlo. Pasaron 3 meses, no es triste, no es mal, no es bastante tiempo… se siente extraño. Afirma que accedió a ofrecer este alegato de forma egoísta, como una actividad terapéutica para su situación individual, aconsejan literatura para sobrepasar estos instantes de pérdida. Los dublineses de Joyce, singularmente «The dead» y su adaptación al cine, o la película twilight lands, entre otros muchos. Charlan de una teoría según la que la vida es como una segunda ocasión para una resolución que tomamos antes. En la vida debemos ratificar esa resolución adjuntado con nuestras convicciones o refutarlas a fin de que después tomemos la resolución final, y la desaparición, que determinará nuestro futuro. Fernando lo deja claro al decir que es nuestra actitud frente la desaparición la que establece de qué forma la vivimos. La desaparición es un secreto, y debemos dejarlo de este modo. Tenemos la posibilidad de inventar teorías científicas, espirituales o filosóficas, pero no todas y cada una tienen la posibilidad de emplear una «varita mágica», un factor fantástico, por el hecho de que la desaparición es inefable y jamás se puede comprender. defienden mediante los mensajes budistas y otras religiones orientales, se confunden al ignorar algo que es un hecho y que no tenemos la posibilidad de eludir: la desaparición existe, es una cosa física que observamos, saboreamos, olemos, ¡todas y cada una de las cosas! Otra cosa entonces es que la persona quede viva en la memoria de los que todavía están vivos, en las acciones que hace y hasta en algunas cosas.

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