Debate sobre hiyad en institutos

El mes pasado de agosto, múltiples localidades de Francia prohibieron la utilización de bañadores de cuerpo entero a las mujeres de origen musulmán en las playas, lo que el alcalde de Cannes, David Lisnard, calificó como «un símbolo traje del extremismo islámico». En el mes de septiembre de 2010, los franceses ahora habían aprobado una ley contra la utilización del velo integral, niqaboburka, públicamente.

Si bien semeja que el método protege el principio de laicidad que comprende que cada individuo existe como sujeto y no como integrante de una red social o de una etnia, parte importante de los razonamientos esgrimidos por los promotores de los de la Asociación. idea es que el velo Integral disuelve la identidad de un individuo en una red social. Aparte de ser visto como un símbolo de pertenencia religiosa, se asoció con la sumisión y el «servicio» de la mujer.

Muchas mujeres musulmanas deciden no llevar el hiyab, pues es dependiente exactamente de su interpretación del Corán. ¿Por qué razón decidiste no emplearlo?

«La práctica activa del Islam llegó a Kirguistán tras la caída de la Unión Soviética. Evidentemente, había gente que lo había practicado antes, pero eran castigados si se enteraban. Mis progenitores, por poner un ejemplo, que nacieron en la temporada de Lenin, no son religiosos activos. No obstante, desde mi generación, singularmente hace unos 5 o 7 años, el Islam fue ganando relevancia.

Soy espiritual, pero no activo. Creo en Alá y en nuestro Enorme Profeta Muhammad, pero no leo namaz todos y cada uno de los días. Para mí es más esencial rezar a mi forma y charlar con Allah no solo a lo largo del tiempo particularmente definido para llevarlo a cabo, sino más bien charlar con él en el momento en que siento la necesidad. De la misma otros musulmanes practicantes, no empleo hiyab ni velo gracias a mi forma de meditar. Pienso que lo más esencial es opinar con el corazón, no con la ropa. A lo largo de bastante tiempo pensé que las mujeres que empleaban el hiyab eran verdaderas seguidoras del Islam, y las que no lo hacíamos, éramos seguidoras vagas. Tras mucha observación, me percaté de que estas mujeres no eran perfectas o sin pecado, pues muchas de ellas utilizan el hiyab como una máscara para esconder su auténtico rostro. Por poner un ejemplo, en Estambul me sorprendió ver a esas mujeres «perfectas» fumando en sitios públicos sin sentir ni algo de vergüenza. Creí que estas mujeres eran modelos a proseguir para nosotros, pero no obstante, asimismo tienen un hombre fallecido en su armario. Por ende, estos descubrimientos me persuadieron de que ella es una mujer común para esos fieles que no están según con sus acciones». – Meerim, Kirguistán

Por Meerim en Kirguistán

Deja un comentario