Debate sobre estado aconfesional o confesional

Frecuentemente, la Corte Constitucional calificó al Perú como un estado laico, lo que proviene de esa iniciativa distintas desenlaces, en ocasiones coherentes con esa descripción y en otras ocasiones no. Pero en el mes de diciembre pasado, el máximo intérprete de la Constitución calificó al Perú como un estado laico en sus últimas secuelas, estableciendo la primacía del principio de laicismo sobre los otros tres principios que orientan la relación entre el poder político y el poder espiritual. Existen muchos inconvenientes con esta lectura errónea del artículo constitucional, con lo que es esencial aclarar conceptos para lograr emplearlos adecuadamente.

El estado laico. La primera pregunta es argumentar qué es lo que significa detallar el estado como secular, confesional o de otra forma. Estos conceptos se refieren a los modelos de relación que se establecen entre el poder político y el poder espiritual. Por ende, en la historia vieja es viable localizar modelos que unieron estos 2 poderes, o establecieron el control de uno de estos 2 poderes sobre el otro. El cristianismo defendía la doble separación entre política y religión, aseverando que es requisito ofrecer al César lo que es del César y lo que es de Dios.

Pero se precisaron múltiples siglos para entender adecuadamente ese orden, de manera frecuente existía la tentación de emplear la religión como un factor de cohesión popular y a lo largo de los siglos siguientes lo que podemos encontrar en la civilización occidental es una tensión continua entre religiones, usando un aspecto político para descubrirlo. un pie en el territorio y al reves, los monarcas utilizan la fe para sostener su acompañamiento habitual. Es con el acercamiento de la Ilustración que al final se va a crear la iniciativa de la secularización, o sea, se neutralizará la predominación del aspecto espiritual (católico, protestante, anglicano, etcétera.) en la sociedad. La iniciativa de un estado sin religión oficial, un estado laico donde todos logren entrenar libremente su culto donde las resoluciones políticas se tomen sin tomar en consideración los ordenes morales establecidos por una religión particularmente, semeja de este modo. A resultas del desarrollo laico, se incorporaron figuras como el matrimonio civil y después el divorcio, y se apartó el ordenamiento jurídico del marco ética. El Estado laico va a ser entonces un Estado sin religión oficial, o sea, un Estado aconfesional, en el que todo ciudadano está en su derecho a expresar y entrenar su religión, y los poderes públicos no van a ser seleccionados por su religión. la condición de los fieles.

William Duica*

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