Debate sobre el luteranismo

Primero, debo aceptar que las cuestiones de cuándo y de qué forma ver o comprender no fueron inspiradas por 2 luteranos a lo largo de un par de años. Esté presente o no, son los luteranos quienes guían en buena medida el sendero que logró Martinho Lutero, o el reformador protestante del siglo XVI, para conseguir el saber en su Catecismo Corto y Mayor.

Nicaragua, la Iglesia católica y la independencia

Tiempo de lectura: 5 minutos
Vistas de publicaciones: 67

Le León Gómez Rivas

Nicolás Pierini

Estudiante de Licenciatura en Ciencias Políticas y Instructor de Geografía de la Facultad Nacional de Mar del Plata Coordinador Senior y Directivo del Departamento de Alumnos de Estudios para la Independencia Argentina

Charlar de Martín Lutero y el poder laico es referirse a la justificación del poder monárquico. En este sentido, protege precisamente el poder del tiempo (y, si se desea, de la vida), dirigiéndose de manera directa a los campesinos demandando respeto al poder secular y declarando que la rebeldía es inaceptable (Borón, 1999, p. 154). ). En verdad, el monje que critica los estatutos o, explicado de otra forma, los ordenes del Papa, va a llegar a una resolución de obediencia al poder predeterminado, el Rey. Por consiguiente, “Martín Lutero próximamente descubrió que el éxito de la Reforma alemana dependía de la oportunidad de recibir asistencia de los príncipes” (Sabine, 1994, p. 282). Quizás el inconveniente reside en la relevancia de los movimientos siguientes, en el luteranismo en sí, si bien nos centremos en el creador. Pero volvamos atrás: ese poder secular, y, más que nada, ese derecho de sumisión es algo inimaginable para las prácticas luteranas de todo el mundo del demonio por el hecho de que, si bien es imposible llegar al planeta de Dios en la Tierra, hay que admitir algunos órdenes básicos.

Al fin y al cabo, en términos en general, Lutero “mantenía su doctrina del poder político y defendía la obediencia del católico en frente de la autoridad” (Vallespín, 1995, p. 173).

Fundamentos

Los próximos fueron los primordiales fundamentos del surgimiento del luteranismo:

  • Venta de indulgencias promovida por el Papado para financiar la construcción de la Basílica. San Pedro en Roma.
  • La prédica contra la venta de las ventas y las riquezas de la Iglesia de los precursores de la Reforma, como la lengua inglesa John Wyclif (1320-1384), constructor del movimiento lolardo, y el bohemio Jan Hus (1370-1415), principal creador de la iglesia husita. Sus puntos de vista influyeron en los de Lutero.
  • El rechazo de Lutero a las prácticas corruptas de la jerarquía de la iglesia católica, a su juicio, y solicitó a la nobleza alemana que rechazara la autoridad del Papa y apoyara el lugar de una iglesia nacional alemana.
  • La predominación de ciertas ideas del duinaísmo, singularmente la crítica a la excesiva riqueza de los representantes de la jerarquía eclesiástica.
  • El Papado asegura tener autoridad no solo en temas espirituales, sino más bien asimismo en los temas mundiales. A causa de esta concepción, el Papa trató de imponer su autoridad a los reyes y creó varios enfrentamientos con los monarcas de europa de la temporada.

Deja un comentario