Debate sobre el sueldo de los deportistas

Por Fernando J. Cabrera*

La pelea por la igualdad salarial es un enfrentamiento que se ha discutido bastante ya hace un buen tiempo, el hombre piensa por su constitución o por su capacitación genética mucho más fuerza física que la mujer y de ahí que en la industria capitalista de ayer estaban mejor pagados de ahí que recurso. no obstante, ya hace décadas la incorporación de maquinaria reemplazó la utilización de la fuerza humana en la mayor parte de los trabajos, lo que igualó los escenarios de eficacia más allá de la composición física.

El mercado de trabajo se identifica por una distinción entre el trabajo de hombres y mujeres y su remuneración, aun en los países desarrollados, lo que se traduce en discriminación laboral, término definido por la Organización En todo el mundo del Trabajo (OIT) como “cualquier discriminación, exclusión o prioridad fundamentada en raza, color, sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional u origen popular que tenga por efecto anular o menoscabar la igualdad de ocasiones o de trato en el empleo y la ocupación”.

Muchos son los sacrificios que se realizaron en el mundo entero para cerrar esa brecha y poder la igualdad salarial, como el Convenio C100 de la Organización En todo el mundo del Trabajo de 1951, relativo a la igualdad de remuneración entre trabajadores y trabajadoras por un trabajo de igual valor, o el Pacto En todo el mundo de Derechos Económicos, . Derechos Sociales y Culturales de 1966, que prevé una remuneración justa y también igual por trabajo de igual valor, sin discriminación de ningún género; Particularmente, hay que asegurar a las mujeres condiciones de trabajo que no sean inferiores a las de los hombres, con igual salario por igual trabajo.

En el planeta de hoy, Islandia es un país líder en temas de igualdad de género, transformándose en la primera nación de todo el mundo en obligar a compañías y shoppings a abonar por igual a hombres y mujeres, tras años de demandas.

Esta situación no es extraña al campo deportivo, no es una novedad para debatir y el día de hoy mucho más que jamás las solicitudes prosiguen actuales; En este sentido, ¿de qué forma no rememorar a la activista estadounidense Billie Jean Moffitt King, considerada entre las mucho más enormes tenistas, de las mejores atletas de la historia y autora del libro La guerra de los sexos, entre las victorias recordables? sucedió. en 1973, en el momento en que derrotó a Bobby Riggs, el vencedor número 1 masculino de todo el mundo en 1941, 1946 y 1947, quien la retó a probar la superioridad de los hombres sobre las mujeres, para entonces ella tenía 30 años y él 55 años. activista por el cambio popular conminó con boicotear el Abierto de Tenis estadounidense si las mujeres no recibían premios en metálico iguales a los de los hombres, acto seguido su demanda fue satisfecha y transformó al Abierto estadounidense en el primer enorme torneo en sugerir igualdad salarial.

La reivindicación salarial es la pelea que hoy día prosiguen varios atletas, últimamente hemos visto las afirmaciones de la capitana de la selección de fútbol de los USA de América (campeona mundial de Francia 2019) Megan Rapinoe, quien aseveró en charla de prensa: “FIFA es verdaderamente se preocupa por el juego de hombres y mujeres por igual, ¿por qué razón está admitiendo que se expanda la brecha?

Otra deportista que levantó la voz contra la desigualdad fue la presente Balón de Oro, Ada Hegerberg, que se negó a disputar el Mundial con la selección noruega pues no había igualdad de trato. Cabe cuestionar si la resolución de Hegerberg fue correcta ya que al no formar parte en el Mundial dañó a su selección, a su afición e inclusive a su país; De la misma forma, a lo largo del mismo acontecimiento en el Mundial, protestó la brasileira Marta Viese, quien frente la carencia de patrocinadores para su trayectoria futbolística, decidió utilizar botas negras y un letrero de igualdad azul y rosa. Esta acción mucho más que soliciar acompañamiento demandó respeto mediante una campaña llamada “Vamos iguales” en sus comunidades.

Es realmente difícil que estos deportistas tan confrontados no hagan una distinción, en tanto que indicadores como el top que publica Forbes de los cien deportistas mejor pagados de todo el mundo, donde solo hace aparición una mujer, la tenista Sosiega Williams, en el puesto 63, con ganancias de $ 29,2 millones.

En lo que se refiere a Noruega, en 2017 incorporó una medida acorde con las formas que sostiene entre sus ciudadanos al igualar el salario de su selección masculina y femenina.

¿De qué manera está la brecha en el deporte mexicano? Los deportistas mejor pagados en la liga masculina hoy en día son Nicolás Castillo de América de Chile, quien gana unos 4,8 millones de dólares americanos por año, seguido por la lengua francesa André Pierre Gignac de Los Tigres, quien gana 4,6 millones de dólares americanos por año; En contraste, Nayeli Rangel de Tigres y Mónica Ocampo de Pachuca fueron las atletas mejor pagadas el año pasado en la liga de fútbol femenino (unos 18.736,83 dólares americanos). La liga de fútbol femenino en México fué un enorme éxito de taquilla, pero si lo equiparamos con la aptitud de juegos de la liga masculina aún queda bastante sendero por recorrer; Además de esto, la serie femenina no disfruta de la cobertura televisiva y radial que la pasan bien sus análogas masculinas. En verdad, el 90% de las futbolistas femeninas reciben sueldos que no sobrepasan los 316 dólares americanos por mes.

El mero peso de la audiencia y las puntuaciones está en el centro del inconveniente. Está claro que a los hombres les atraen los deportes, pero ese interés mengua tratándose de disciplinas practicadas por mujeres; Por otra parte, es un hecho que las mujeres tienen poco interés por el deporte por norma general (en comparación con los hombres), y se disminuye aún mucho más tratándose de deportes practicados por mujeres.

Esta falta de rastreo o popularidad de las disciplinas deportivas practicadas por mujeres influye en el desinterés de los patrocinadores que procuran mercados rentables para sus artículos, donde es esencial poner su inversión en un lote fértil donde están las espectadoras. el valor real, pues a mayor número de espectadores, mayores opciones de venta, considera que una ecuación lógica de marketing, por consiguiente, hallar preeminencia o importancia promocional para las disputas, campeonatos o disciplinas mucho más consecutivas, pero qué sucedería si las mujeres tuviesen poder como audiencia?

Entre los componentes que influye en la baja audiencia de los deportes femeninos es que, como espectáculo, en comparación con sus contrapartes masculinas, la percepción de la agilidad y la llegada puede ser mucho más limitada, eminentemente gracias a la diferencia en la masa muscular de las deportistas, en el momento en que el espectador ve a un hombre patear o publicar una pelota mucho más lejos que una mujer, o correr mucho más veloz o saltar mucho más prominente, puede estimar que el deporte femenino no está en un nivel de excelencia. No obstante, tal criterio es afín a meditar que los deportes universitarios tienen un demérito en comparación con las ligas expertos. La verdad es que el deporte busca la rivalidad en igualdad de condiciones y el deporte femenino tiene la posibilidad de tener un desempeño propio diferente al de sus contrapartes masculinas.

Asimismo se puede estimar, en dependencia de la naturaleza del deporte, que hay algunas disciplinas en las que las atletas, aun mexicanas, son la primordial motivación, por poner un ejemplo golf (Lorena Ochoa), gimnasia (Alexa Moreno), clavados (Paola Espinosa). ), voleibol (Andrea Rangel) y múltiples acontecimientos de deportes (Ana Gabriela Guevara), entre otros muchos; y en el que la recompensa económica esté mucho más cerca de los hombres.

Mención aparte merece la situacion de la Liga Nacional Femenina de Baloncesto (WNBA). Es una serie establecida por la NGA en 1996 donde sus equipos y deportistas se están volviendo populares y los índices de audiencia y, como resultado, los sueldos están en incesante incremento. La compensación promedio del año vigente en la liga fue de 75.000 dólares americanos; El salario base es de $113,500 y el promedio de la NBA es de $838,464. Es requisito estimar que la NBA reporta capital y ganancias muy superiores a las de la WNBA, lo que le deja abonar mejor a sus deportistas.

En México, los equipos de fútbol Chivas y Tigres Femenil se confrontaron en la Semifinal del Apertura 2018 de la Liga MX Femenil. El combate levantó muchas esperanzas en las Redes Sociales. Según la cuenta de Sport & Finance, las rojiblancas se dieron a conocer en el tercer rincón del Top 5 de los equipos nombrados en el ramo con un total de 513.000 relaciones en Redes Sociales, solo bajo el Barcelona Femenino con 716 mil y el Chelsea Femenino con 608 mil. Bajo Chivas apareció Manchester United con 483.000 y Tigres Femenil con 425.000 relaciones para llenar el Top 5. En la medida en que haya mucho más apasionados, el negocio de los equipos y ligas va a poder tener incentivos que les dejen invertir, realizar y producir. producir un mercado de deportistas con sueldos equiparables a las ligas y equipos masculinos.

Según los últimos datos de ONU, hoy en dia el planeta es un 50,5% de hombres y un 49,5% de mujeres. Esta estadística exhibe que no hay una brecha poblacional entre hombres y mujeres, por ende, lo que hay es una brecha en el interés de las mujeres por el deporte y de manera especial por el campeonato femenino.

En este sentido, el empoderamiento de la mujer como entusiasta del deporte podría traer desenlaces pasmantes y de cambio en la industria, incrementando la inversión en propaganda, patrocinio y venta de artículos de deportes, lo que significaría un cambio pragmático directo en los sueldos de los deportistas expertos.

Quizás, más adelante no lejanísimo, tengamos la posibilidad respetar a una mujer de la Lista Forbes en el primer rincón de los atletas mejor pagados, (de los dos sexos), pero solo el tiempo, el respeto, la mercadotecnia, los líderes gubernativos y la idea privada. . y los fanes lo afirmarán.

*Especialista en Derecho Deportivo.

Las críticas expresadas son exclusivas de sus autores y son absolutamente independientes de la situación y línea editorial de Forbes México.

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