El incremento de la agricultura se derivó, primero, en un incremento de la área cultivada y, más tarde, en la necesidad de acrecentar la eficacia por planta. De esta manera, los transgenes y los organismos genéticamente editados consiguieron conseguir cultivos tolerantes a los herbicidas (HT) y resistentes a los insectos (Bt), un avance que asistió a achicar los gastos de producción -por el menor consumo de comburente y el número de tareas y apps- y el encontronazo ambiental se redujo debido al menor empleo de insecticidas, entre otras muchas cosas.
En este momento, un nuevo cambio de pensamiento ofrece la edición de genes como la herramienta que dejará desarrollar cultivos mucho más eficaces en el consumo de agua y absorción de nutrientes, con ciclos mucho más cortos y resistentes a acontecimientos climáticos extremos.
Puntos legales de la manipulación genética
Al comprender el problema ético que representa la ingeniería genética, es comprensible que se necesite un marco legal concreto sobre el tema, que asegure no solo el medioambiente. protección, sino más bien por la dignidad de la vida humana, el día de hoy y más adelante.
La mayor parte de estos códigos legales y éticos procuran marcar la línea que divide lo terapéutico -la pelea contra la patología y la pelea por progresar la calidad de vida de la gente- de lo ideológico, estético o político. Evidentemente, estas disposiciones legales cambian según el marco legal de cada país.
Contra los transgénicos
En la otra cara de la moneda, los opositores niegan que las patentes de las novedosas semillas cambiadas estén a cargo de múltiples internacionales que administran a su antojo el valor y esto, en en el final, actúa en menoscabo de los pequeños y medianos labradores. Además de esto, se levantan supones de que los alimentos transgénicos tienen la posibilidad de mudar los ecosistemas al accionar como especies invasoras y se charla de la presunta infertilidad que puede ocasionar su consumo, si bien estas supones no fueron probadas a nivel científico hasta el día de hoy.
En relación a los alimentos transgénicos semeja haber una guerra de intereses de tipo económico donde intervienen múltiples agentes. Las leyes de europa requieren que todos y cada uno de los OMG se valoren antes de aprobarlos para el consumo humano, pero no es requisito que se etiqueten para reconocerlos. En ciertos países como USA, la reacción es la contraria y el sello Non-GMO se convirtió en un símbolo de resistencia a los transgénicos.